Apoyo farmacológico

El uso de sustancias psicoactivas viola los mecanismos de autorregulación del sistema nervioso central. La euforia causada por el consumo de las drogas tiene un precio muy alto. Una vez disipados los efectos placenteros de la sustancia psicoactiva, aparece el efecto de "rebote". Esta condición, cuando la persona se siente peor que antes de tomar la droga, se llama "estrellamiento". Los efectos negativos del consumo de las drogas persisten mucho más tiempo que los efectos "beneficiosos".

Existen varios ejemplos de violación de los procesos mentales por el uso de sustancias psicoactivas:

Todas las drogas perturban el sueño, así como su estructura, calidad y pautas.
Todas las drogas violan el control del individuo sobre su comportamiento, haciéndole irritable, impulsivo, impaciente e intolerante hacia la crítica.
El uso intenso y a largo plazo de la marihuana conduce a la violación de los procesos de pensamiento, la paranoia y las reacciones psicóticas.
El abuso de las benzodiazepinas, sedantes e hipnóticos conduce a ataques de pánico, tics y aumento del riesgo de ataques epilépticos.
Después del efecto estimulante rápido, la cocaína, las anfetaminas y otros psicoestimulantes causan una condición de "estrellamiento" de larga duración, la cual se caracteriza por un estado de depresión, letargo, voluntad débil y falta de energía.
Todas las drogas crean la constante necesidad de "tomar algo" para obtener confort psicológico y paz mental.

Para restaurar cantidades suficientes de neurotransmisores naturales y asegurar la autorregulación normal entre las diferentes partes del cerebro, se le aconseja al paciente someterse a un tratamiento farmacológico.

Los objetivos del tratamiento farmacológico de los trastornos de adicción son:

Asegurar protección de las crisis epilépticas, paranoia, agresividad y tendencias suicidas.
Proporcionar un sueño de buena calidad.
Estabilizar el humor.
Reducir el ansia por drogas.
Restaurar la concentración, la memoria y las funciones cognitivas.

Encontrar inmediatamente la combinación correcta de fármacos y las dosis óptimas de los mismos es una tarea sumamente difícil, incluso para un profesional. Es muy peligroso tomar medicamentos, sólo porque alguien dice "El Baclofen me produjo buenos efectos el cien por ciento de las veces, pruébalo tu también" o "Toma 2 tabletas de Xanax antes de ir a la cama y, si no es suficiente, toma Midazolam o Klonopine".

La terapia de mantenimiento farmacológico debe cumplir los siguientes criterios:

Debe ser segura.
No debe ser una fuente de nueva dependencias.
No debe disfrazar los síntomas, sino eliminar la causa del trastorno.
Debe seleccionarse teniendo en cuenta los demás problemas de salud existentes del paciente y los medicamentos que toma.