Efectos y tratamiento de la adicción a la heroína
La heroína (diacetilmorfina) es un opioide semi-sintético procesado a partir de la morfina. La heroína es una sustancia ilegal y altamente adictiva con un efecto de euforia muy pronunciado. Es el opioide más abusado hoy en día.
La heroína fue sintetizada en 1874, y en un principio fue irónicamente utilizada para tratar la adicción a la morfina. Hoy en día la heroína es conocida como la adicción más destructiva y dolorosa en el mundo, la cual daña tanto el cuerpo como la psique. Sin embargo, la adicción a la heroína es una condición reversible y la recuperación es un proceso que puede durar toda la vida.
Formas. La heroína pura es un polvo blanco con sabor amargo. La heroína vendida en las calles es rara vez pura. La heroína vendida en las calles tiene un color que varía entre blanco y marrón oscuro, debido a las impurezas añadidas: azúcar de leche, leche en polvo, o la quinina. La forma negra de la droga, conocida como "alquitrán negro", se produce especialmente en México. Los principales productores de heroína son Afganistán, Pakistán, Birmania, Tailandia, Vietnam y Colombia.
Vías de administración. La heroína puede ser inyectada, inhalada o fumada. Las tres formas de administración son adictivas. Muchos usuarios empiezan a utilizar la heroína en forma inhalada, y luego pasan a inyecciones intravenosas, debido a que la tolerancia a la heroína crece. Las inyecciones proporcionan un subidón rápido y un efecto eufórico más intenso, en cuestión de segundos. En caso de esnifar o fumar la heroína, los efectos se sienten generalmente después de 15-20 minutos, sin que se produzca un subidón. El deseo de sentir el subidón empuja a los consumidores de heroína a inyectarse como una cuestión de rutina.
Adicción a la heroína
Dependencia psicológica. La adicción a la heroína comienza con una dependencia extenuante y devastadora al uso de drogas recreativas. Desde el punto de vista químico, la adicción puede ser explicada como la disminución de la capacidad del cerebro para producir suficientes opiáceos endógenos, debido a la presencia constante de opiáceos bombeados artificialmente en el organismo. A pesar de las consecuencias totalmente negativas, los consumidores de heroína se sienten incapaces de escapar de las garras de la adicción. La heroína provoca una fuerte dependencia física y mental, tomando control de la mente y el cuerpo. Para los adictos, la droga es la única manera de experimentar algo positivo en sus vidas. Ellos separan el mundo en dos grupos: las personas con las que consumen heroína y las personas que están fuera de las drogas. Su mundo se reduce rápidamente a la obtención y uso de la droga. Todo lo demás pierde cualquier sentido. Se vuelven impacientes, irritables y hostiles. Están frecuentemente deprimidos. Rechazan a las demás personas, incluso a los miembros de la familia, con peleas frecuentes y enfadándose sin razón aparente. La lucha con la adicción los hace sentirse avergonzados, débiles y disgustado de sí mismos. Las personas que abusan de la heroína abusar pierden rápidamente el trabajo y tienen graves problemas financieros. Con el fin de obtener dinero para la compra de la droga, roban a la familia, amigos y negocio. Se involucran fácilmente en ciertos tipos de comportamiento ilegal.
Efectos de la heroína
Euforia. Una de las razones, por las que la heroína es tan adictiva es su capacidad de producir un "subidón" dramático. El subidón ha sido descrito como similar a un orgasmo y dura entre unos pocos segundos y un minuto. Al igual que en el caso del orgasmo, el subidón alivia la tensión para el usuario. Una vez agotado el "subidón" inicial, el estado del consumidor puede ser descrito como algo entre sueño y alerta. Dicho estado es conocido como "en el país de los sueños". La heroína es un depresor. Debido a efecto sedante sobre el sistema nervioso central, el usuario experimenta una sensación agradable de pesadez, como si su cuerpo estuviera envuelto en una lana de algodón. El consumidor se siente distante de los acontecimientos a su alrededor. La coordinación y la concentración se reducen drásticamente. Habla despacio y arrastra las palabras. Se le nubla el juicio por varias horas después de cada dosis. Cualquier problema o tensión que el usuario pueda tener en su vida parecen estar muy lejos durante ese tiempo. Este estado puede ser descrito como un fuerte sentimiento de bienestar, confort interior extremo o profunda satisfacción.
Efectos de la adicción a la heroína
Otros efectos inmediatos. La heroína hace más lenta la actividad del sistema nervioso central. Condiciones particularmente importantes en dicho respecto (en el caso de dosis mayores o sobredosis, las mismas pueden llegar a ser peligrosas para la vida) incluyen: el deterioro de las funciones respiratorias (respiración superficial y lenta), la disminución de la presión arterial y la desaceleración del ritmo cardíaco. Los siguientes síntomas son probables también: pupilas contraídas, sequedad de la boca, reflejo suprimido de la tos, náuseas, vómitos, sudoración, picazón y deseo sexual reducido.
Efectos a largo plazo de la adicción a la heroína. Los efectos a largo plazo del uso de la heroína pueden ser devastadores, especialmente si el adicto continúa abusando de la droga sin buscar asistencia médica. La adicción a la heroína tiene consecuencias físicas, mentales y sociales negativas. Después de un período prolongado, el adicto a la heroína desarrolla una serie de problemas físicos que incluyen: déficit inmunológico grave; vulnerabilidad a todo tipo de enfermedades infecciosas (HIV/SIDA, tuberculosis, hepatitis B y C); enfermedades hepáticas y respiratorias, problemas del corazón; colapso de las venas, abscesos cutáneos desagradables, trombosis venosa; constipación crónica; irregularidad menstrual, infertilidad en las mujeres, impotencia en los hombres; malos hábitos nutricionales, pérdida de peso; trastornos emocionales intensos y deterioro cognitivo.
Tratamiento de la adicción a la heroína
La adicción a la heroína es muy perjudicial, pero la enfermedad es curable. La dependencia física y mental a la heroína es tan fuerte que casi ninguna persona puede romper el ciclo de la adicción por su cuenta. Se necesita ayuda médica profesional, así como tratamiento complejo y continuo.
Hay unas cuantas opciones para el tratamiento de la heroína, las cuales incluyen incluyen:
- Desintoxicación médica del opioide y tratamiento de la adicción psicológica;
- tratamiento con Naltrexone a largo plazo;
- consejería, incluyendo la terapia de grupo en 12 pasos;
- terapia de reemplazo del opiáceo.
Nuestra clínica no recomienda la terapia con metadona, ya que consideramos que la misma representa la simple substitución de una adicción por otra aun más destructiva. Sin embargo, en algunos casos recurrimos a la terapia con Suboxone, bajo estricta observación médica, como una forma efectiva para vencer la adicción a la heroína.
En cuanto a otros métodos de tratamiento de la heroína, estamos absolutamente convencidos de que la adicción a la heroína puede ser vencida únicamente a través de la utilización segura y eficaz de programas complejos de tratamiento, los cuales deben incluir obligatoriamente programas de desintoxicación de drogas, el tratamiento de la dependencia mental, el tratamiento a largo plazo con Naltrexone y actividades de consejería.
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